Al identificar los beneficios de la espiritualidad en la salud de los adultos mayores, se encontró un aporte de importancia en relación al abordaje de la dimensión espiritual en esta población. Para el caso de la relación entre espiritualidad, actitud positiva hacia la vida y bienestar muestra que los altos niveles de espiritualidad en los adultos mayores estuvieron asociados con un mayor optimismo, significado de la vida y menos afecto negativo.
En este mismo sentido, otro de los estudios encuentra que la espiritualidad además de permitir a los adultos mayores adoptar una actitud positiva hacia la vida y hacia los demás puede llevarlos a tener emociones positivas que les ayuda a contener el estrés, de ahí radica la importancia de sensibilizarse acerca de las necesidades espirituales.
La influencia de las creencias espirituales y religiosas sirven como sustento para hacer frente a las adversidades y disminuir niveles de estrés, allí la esperanza y el aumento de la satisfacción de vida fungen como mediadores.
En la misma línea se distingue una fuerte relación entre espiritualidad y actitud positiva hacia la vida, también se refleja la relación positiva entre espiritualidad y la conducta relacionada con la salud, encontrando la satisfacción con la vida como mediadora entre esta relación.
La espiritualidad es una estrategia valiosa para la resiliencia en los adultos mayores para su práctica en la vida diaria la cual les permite sentirse tranquilos en su día a día y les ayuda incluso a sanar algunas de las enfermedades que hacen parte del proceso de envejecimiento.
En cuanto a la espiritualidad y fortalecimiento de la salud mental, en un estudio se encontró que la espiritualidad tiene un efecto directo en la calidad de la salud mental constituyéndose como soporte de ayuda para las personas mayores para afrontar y sobrepasar los problemas cotidianos y hacer frente a la predisposición al aislamiento.
También a mayor frecuencia de experiencias espirituales en los adultos mayores fue mayor el significado de la vida y una menor frecuencia de experiencias espirituales se correlacionó de manera significativa con depresión, lo anterior se reafirma mediante los altos niveles de sintomatología depresiva en adultos mayores que se asociaban con frecuencias bajas de experiencias espirituales, por su lado los niveles más altos de afrontamiento religioso eran equiparables con niveles más bajos de ansiedad por la muerte.
La espiritualidad resulta tener una función mediadora entre la puntuación indicativa de depresión, negatividad y calidad de vida, donde esta última variable resulta ser impactada de manera positiva. En esa misma medida una alta puntuación asociada a las creencias espirituales estuvo asociada con puntuaciones bajas de depresión, ansiedad y estrés en los adultos mayores malayos.
Créditos: https://revistas.usat.edu.pe
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