Más de un 20 % de las personas que pasan de los 60 años de edad sufren algún trastorno mental o neural. Estos trastornos representan en la población anciana un 17,4 % de los años vividos con discapacidad. La demencia y la depresión son los trastornos neuropsiquiátricos más comunes en ese grupo de edad.
La salud mental influye en la salud del cuerpo, y a la inversa. Los adultos mayores con enfermedades como las cardiopatías presentan tasas más elevadas de depresión que quienes no padecen problemas médicos. Por el contrario, la coexistencia de depresión no tratada y cardiopatía en una persona mayor puede empeorar esta última.
Los adultos mayores también son vulnerables al maltrato, sea físico, sexual, psicológico, emocional, económico o material, al abandono, a la falta de atención y a graves pérdidas de dignidad y respeto. Todo lo anteriormente expuesto provoca ansiedad y depresión en el adulto mayor, padecimientos comunes en dicho rango etario según específica muy bien la literatura internacional.
La vejez puede ser la época de mayor fragilidad afectiva en el ser humano, no solo a sus emociones sino también a su condición física y a su atención social. El adulto mayor debe adaptarse progresivamente al cambio del rol laboral con la llegada de la jubilación, dependiendo de las características de la personalidad individual, tendrán temor al fracaso y al desaliento, aspecto que influenciado por el déficit de comunicación y socialización se agrava con el paso del tiempo.
Por ello, las actividades físicas y recreativas son de suma importancia para el adulto mayor, durante el envejecimiento en el ser humano se sufren cambios físicos, psíquicos y sociales, la práctica de actividades físicas resulta fundamental para mantener y mejorar la salud en general, y la sensación de bienestar, elevando así la calidad de vida.
Realizar actividades físicas especializadas no solo controla emociones, sino que suprimirá sentimientos negativos, el sujeto se sentirá mejor, dado que la práctica de actividad física es un excelente anti-estrés. Las actividades físicas y recreativas son un conjunto de acciones utilizadas para diversión y su finalidad principal consiste en lograr disfrute de quienes la practican.
La depresión es el trastorno afectivo más frecuente en el adulto mayor, aunque su presencia puede pasar desapercibida; el ánimo triste no forma parte del envejecimiento natural. Igualmente, la depresión excesiva en el adulto mayor puede estar relacionada por factores sicológicos y sociales, y suele ser un padecimiento común en la tercera edad.
Un método de prevención de ansiedad y depresión en el adulto mayor sería el desarrollo de programas enfocados a una mejor comprensión de la vejez y el envejecimiento, junto con la instrumentación de programas sociales que buscan el desarrollo de una sociedad incluyente e integral, que integre la medicación (fármacos), las técnicas psicológicas y el apoyo social, aspectos que pueden ser potenciados desde la actividad física especializada.
Créditos: Alomoto MM, Calero MS, Vaca GMR. Intervención con actividad físico-recreativa para la ansiedad y la depresión en el adulto mayor.
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